Libros de Superación Personal

Un ensayo filosófico sobre aprovechar el presente, valorar lo simple y darle sentido a los días. ‘Tiempo para vivir’ es una lectura breve, luminosa y profundamente humana. Para regalar o releer cada cierto tiempo.

¿Y si el autoboicot tuviera nombre, apellido y perfil en redes sociales? Hasta que te caigas bien es una novela con voz propia, ácida y tierna, que pone sobre la mesa las crisis de identidad, los miedos heredados y la necesidad brutal de gustarnos un poquito más. No es autoayuda, pero ayuda. Ideal para quienes aman las historias con ironía, diálogos que duelen de verdad y finales que no te dejan igual. Una lectura para reír, pensar... y tal vez sanar.

Si sientes que una ruptura te ha dejado perdida, Perderte para encontrarme de Elizabeth Clapés es el libro que necesitas. Con una guía cálida y llena de herramientas prácticas, te ayudará a sanar, reconstruirte y reencontrarte contigo misma. Ideal para quienes buscan superar una relación, soltar la culpa y aprender a disfrutar de su propia compañía.

Querida yo, tenemos que hablar es el libro que necesitas si estás lista para un encuentro sincero contigo misma. Perfecto para mujeres que han pasado años lidiando con emociones, dudas y autoexigencias sin encontrar respuestas claras, esta guía te invita a pausar, reflexionar y hacer las paces contigo misma. Con un tono cercano y directo, te ayudará a identificar lo que realmente importa, a soltar lo que te pesa, y a comenzar a quererte como nunca antes.

¿Sientes que la soledad es ese monstruo que preferirías mantener bajo la cama, pero que sigue dando vueltas en tu mente? “Sal del laberinto de soledad” de Carolina Alonso C. es el manual para enfrentarte a ese dragón interior con un toque de humor y honestidad brutal. En lugar de esconder la soledad en los rincones oscuros, Alonso te anima a enfrentarte a ella cara a cara, explorando cómo podemos navegar nuestras relaciones y sentirnos acompañados, incluso cuando estamos rodeados de gente. Ideal para quienes buscan entender y desactivar ese mal llamado “monstruo de la soledad” mientras aprenden a disfrutar de la compañía propia y ajena.